sábado, 10 de octubre de 2009

Exordio

Aquí se comienza.
Con una tecla, un sonido tan conocido, un momento tan corto.
A mí me decía un amigo que un diminuto punto es el inicio de toda gran obra, pero no se que clase de frase célebre decir ahora. Supongo que, una tecla es el inicio de todo lo que vendrá después, a partir de ahora.
Cuando relatas lo que te ocurre día a día, es mucho más que mantener un diario, es más que hacer que un desconocido entre y reaccione ante lo que te ocurre, sin conocerte ni saber absolutamente nada de ti, además de como te llamas porque lo acaba de leer.
Cuando tienes la fuerza de decir lo que te ocurre día a día estás plasmando las cosas que guardas con llave dentro de ti en un lugar seguro, donde sabes que jamás se borrará a menos que tu lo desees. Entras, lees prácticamente tu corazón abierto y te vas a dormir, sabiendo que al día siguiente podrás continuar.
Supongo que esa es la magia de escribir. La mayoría de nosotros, los que somos hombres y mujeres de papel (cosa que, por cierto, aprendí de Pablo Neruda) sabemos que escribir es una forma de expresar todo lo que tienes, de lo que estás hecho, es indispensable en tu vida y si te olvidaras del abecedario, de cómo se agarra un lapicero o de cómo escribir en una computadora, sería como haber muerto de la forma más dramática y excéntrica de todas.
Solo quiero decir que en este momento, donde comienzo un espacio que se ha convertido en un mundo propio que todos pueden observar através de un cristal, deseo todo lo mejor para los escritores y poetas. Todos aquellos que a lo mejor, hacen que exista un pequeño espacio en el gran mundo, donde las cosas malas de disminuyen, y las cosas agradables se ven maximizadas por una adorable imaginación.

Barbara

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