domingo, 18 de octubre de 2009

Adiós

Querida S. Cherrypie:

Estás lejos.
Sueno abandonada pero no lo estoy.
Mi querida amiga... no temas por mí. Voy a estar bien, siempre has estado segura de ello y has logrado contagiarme la esperanza de mi recuperación.
No me voy a morir... no ahora.
Tu sabes más que nada, las razones por las cuales me estoy deteriorando.
El inocente que me mata y hace crecer mi capacidad de decir que estoy bien. Mi querida amiga... tu sabes que me estoy muriendo. Pero aún no me llega la ultima noche, el dolor es grande.. pero soportable.
Perdóname por todas las tonterías que digo y te asustan. Más que perdonarme, quisiera que me entendieras. Entiéndeme y acógeme. Te imploro un poco de piedad...
¡Piedad!
Toda esta amargura, desatada en una medianoche que jamás voy a olvidar. Con el réquiem sonando en mi cabeza una y otra vez, repitiéndome lo cerca que estoy de morirme... ¡Lo cerca...! Y todo por una inocente razón.
Estúpida en realidad. Pero aún no llega mi golpe final ni mi último réquiem.
Voy a sobrevivir unas horas más. Y querida amiga, luego me voy a desvanecer.
Te haré feliz a tí, a todos de una vez. Dejarán de preocuparse por esta criatura que se ha perdido en su pena... Estás lejos y esta noche, mi amiga, te siento a mi lado.
Me limpias la cara.
Sueno abandonada y quizás lo esté.
Maldita esta noche y al mismo tiempo bendita.
Ya era hora de irme... de todos modos, algún día lo iba a hacer.



Te ama
Requiem

1 comentario:

  1. Triste y melancolica, quieriendo ser conmovedora (lo dudo), puedo imaginarme esa escena, ella susurrando un ultimo suspiro de vida, su voz queda y decadente con el sonido del requiem como un telon de fondo, distanciandose de la vida si querer alojar a la muerte... pero al final es inevitable, de todos modos, algun dia lo iba a hacer...

    ResponderEliminar